En la fotografía de portada, tomada el 12 de diciembre de 1901 podemos observar al ingeniero italiano Guillermo Marconi examinando las primeras señales inalámbricas transmitidas a través del océano Atlántico. Le acompaña al aparato el ingeniero eléctrico de la Marina Real, George Stephen Kemp, quien trabajó a su lado desde 1897.
El mensaje se envió desde Poldhu, en Cornualles, Inglaterra, y se recibió en la estación de telégrafo inalámbrico de Signal Hill en Saint John´s, en la costa de Terranova, Canadá.
La hazaña, la cual llegó 22 años después de que el propio Marconi realizara la primera transmisión por radio el 14 de mayo de 1879, demostró, como él suponía, que las ondas hertzianas se desplazaban siguiendo la curvatura de la Tierra, y no en línea recta.

LA POLÉMICA INVENCIÓN DE LA RADIO
La primera vez que Marconi se planteó la posibilidad de transmitir señales telegráficas inalámbricas fue al leer un articulo del físico alemán Heinrich Rudolph Hertz en el que explicaba la posibilidad de que las ondas electromagnéticas pudieran propagarse a través del aire mediante un oscilador que había diseñado él mismo. Decidido a poner en práctica sus experimentos, Marconi se instaló en una finca que poseía la familia en Pontecchio, cerca de Bolonia, y en 1895 construyó un emisor según el modelo creado por Hertz. Comprobó que era posible mejorar la sensibilidad del oscilador e incrementar la potencia para cubrir una mayor distancia, y tras haber realizado varias pruebas logró que su transmisor cubriera una distancia de dos kilómetros.
A pesar de los esfuerzos de Marconi, el Gobierno italiano no demostró mucho interés por el invento y Marconi decidió trasladarse a Inglaterra. Allí lo dio a conocer patentándolo como Sistema de Telegrafía Inalámbrica y creando una empresa llamada Wireless Telegraph and Signal Company, Ltd. Pero la polémica estalló cuando el físico ruso Aleksandr Popov presentó ese mismo año, ante una audiencia considerable de científicos de la Universidad de San Petersburgo, un receptor de ondas de radio muy similar al de Marconi. Aunque parece probado que Marconi realizó su demostración días antes que la de Popov, el Gobierno ruso sigue a día de hoy reclamando la paternidad del invento.
Fuentes:
Héctor Rodríguez
Editor y periodista especializado en ciencia y naturaleza
nationalgeographic.com.es
J.M. Sardurní
Especialista en Actualidad histórica
historia.nationalgeographic.com.es